El control del tabaco en Brasil constituye un desafío constante del que no hemos de bajar la guardia ya que actualmente tenemos nuevos retos como la aparición de nuevos productos de tabaco y nicotina. Estos productos son adictivos y están asociados a diversas enfermedades que causan discapacidad y muerte.

Brasil es una referencia internacional en el control del tabaco y ha estado implementando medidas adecuadas durante casi cuatro décadas. En 1986, se lanzó el Programa Nacional de Lucha contra el Tabaquismo, un hito que incluyó pautas para las medidas de control del tabaco a nivel federal y se creó el Día Nacional contra el Tabaco, el 29 de agosto. La Constitución Federal de 1988 fue importante para el control del tabaco en el país, su concepto de salud como un derecho de todos y deber del Estado, y el desarrollo del Sistema Único de Salud (SUS) fueron importantes para desarrollar medidas para prevenir el consumo de tabaco y ayudar a las personas a dejar de fumar.

En 1996, se promulgó una ley que regula la publicidad de los cigarrillos, prohíbe el uso de cigarrillos y otros productos para fumar en espacios colectivos privados o públicos. Anvisa, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria creada en 1999, permitió medidas más efectivas para controlar e inspeccionar los productos de tabaco y emitió una resolución que prohíbe la venta, importación y publicidad de cualquier dispositivo para fumar, conocido como cigarrillos electrónicos, en 2009. En agosto de 2009, se aprobó una ley revolucionaria en el estado de São Paulo que prohíbe fumar en lugares públicos cerrados. Los establecimientos que infrinjan la prohibición se enfrentan a multas de hasta US$ 750 por una primera infracción, con la multa duplicándose en caso de reincidencia. Una tercera infracción conlleva el cierre del negocio durante 48 horas y una cuarta lo cierra durante 30 días. Esta ley se convirtió en federal en 2011. Brasil es signatario del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) desde 2006.

Desde la adopción del tratado, Brasil es uno de los dos países que ha adoptado todas las medidas MPOWER a niveles de mejores prácticas. Como resultado del compromiso de Brasil con las medidas de control del tabaco, la prevalencia del consumo de tabaco ha disminuido drásticamente en un 74% en las últimas tres décadas, pasando del 34% en 1986 al 9,1% en 2021. Aunque están prohibidos, los cigarrillos electrónicos representan un nuevo desafío para el control del humo en Brasil, principalmente entre los niños y los jóvenes, y la lucha contra ellos ha sido una prioridad máxima para mantener el progreso obtenido en los últimos casi 40 años. En 2022, Anvisa votó a favor de mantener la prohibición de los cigarrillos electrónicos y el Ministerio de Justicia promulgó una ley para prohibir la venta de cigarrillos electrónicos en Brasil.

Dr. Irma de Godoy

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